Investigadoras del CBGP de la
UPM participan en el descubrimiento de un tipo de asociación simbiótica entre
un hongo endófito y una planta Arabidopsis thaliana que podría abrir el camino
hacia una agricultura más sostenible.
El
equipo de la investigadora Soledad Sacristán, del Centro de Biotecnología y
Genómica de Plantas(CBGP (UPM-INIA)) de la Universidad Politécnica
de Madrid (UPM), ha colaborado con el Instituto Max Planck de Alemania en un trabajo, que publica
la revista CELL, que demuestra, por primera vez, la asociación simbiótica entre
una planta de la familia Brassicaceae (Arabidopsis
thaliana) con un
hongo endófito (Colletotrichum
tofieldiae). Esta simbiosis, hasta ahora desconocida, mejora la
capacidad de crecimiento de los cultivos y por ello podría contribuir a
disminuir el uso de fertilizantes inorgánicos y conseguir así una agricultura
más sostenible.
Las
plantas crecen más y mejor cuando establecen asociaciones simbióticas con
microorganismos que mejoran su capacidad de absorción de agua y nutrientes del
suelo, las protegen del estrés o aumentan su resistencia a plagas y
enfermedades. Entre los microorganismos simbióticos más conocidos están los
hongos llamados micorrizas. Las micorrizas forman extensas redes de micelio
alrededor de las raíces de las plantas y las ayudan a absorber el fósforo del
suelo. El fósforo es uno de los macronutrientes más importantes para las
plantas, y la gran mayoría de las plantas se ayudan de las micorrizas para
solubilizar y asimilar el fósforo presente de forma orgánica e inorgánica en el
suelo.
Las plantas de la familia Brassicaceae, a la que pertenecen cultivos como la colza,
la coliflor o la mostaza y la planta modelo Arabidopsis thaliana, no son capaces de asociarse con
micorrizas. La investigadora Soledad Sacristán y su equipo aislaron el hongo
endofítico Colletotrichum
tofieldiae de poblaciones silvestres de A. thaliana en
España. Descubrieron que el hongoColletotrichum tofieldiae forma un mutualismo natural con
A. thaliana, ya que las plantas inoculadas con él producen más frutos y
semillas que las plantas control. En colaboración con investigadores del
Instituto Max Planck, descubrieron que el Colletotrichum tofieldiae coloniza toda la planta
comenzando por las raíces. El hongo transmite el macronutriente fósforo a las
hojas y tallos, promoviendo el crecimiento y aumentando la fertilidad de la
planta en condiciones de carencia de fósforo. Colletotrichum tofieldiaeno es una micorriza,
sino un hongo llamado endófito (se llama así a los hongos que crecen en el
interior de las plantas sin causar síntomas de enfermedad), pero realiza una
función parecida a las micorrizas en las plantas que carecen de esta simbiosis.
Aunque Colletotrichumtofielidae existe en diferentes lugares del mundo, ha sido en España donde se ha detectado por primera vez en asociación con A. thaliana. Soledad Sacristán y su equipo han detectado una alta presencia de este hongo en diferentes poblaciones silvestres de A. thaliana del centro de España, en lugares cuyo suelo es pobre en fósforo. Este descubrimiento abre nuevas expectativas en el uso de microorganismos para mejorar la capacidad de crecimiento de los cultivos, disminuyendo así el uso de fertilizantes inorgánicos para una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Fuente: http://agriculturers.com/