Precisamente para evitar estas amenazas, que en la Región de Murcia se han convertido en una realidad que ha dado la cara en el Mar Menor, se desarrolla, liderado por el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Sureste (Cebas-CSIC), el Life DrainUse. Un proyecto financiado por la UE, en el que también participa la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), la empresa Riegos y Tecnologías (Ritec SA) y la Universidad de Murcia (UMU), a través de los profesores de la Facultad de Informática Antonio Skarmeta y Miguel Ángel Zamora, Este Life plantea como una solución al problema ambiental, sin poner en riesgo la producción de la agricultura intensiva del Campo de Cartagena, el cultivo hidropónico -sin suelo- de sistema cerrado. Este evita que el agua sobrante (y los fertilizantes que se le añaden para que la producción sea de la calidad y cantidad adecuada) se drene al suelo, ya que se vuelve a emplear en el mismo cultivo una y otra vez, después de reequilibrar la solución nutritiva (agua y los doce nutrientes imprescindibles para que la planta crezca adecuadamente).
El sistema desarrollado reduce el consumo de agua entre un 20% y un 50%, y precisa entre un 20% y un 40% menos de fertilizantes.
Uso sin fin
Sin un límite de vida útil para el agua utilizada, garantiza Martínez, ya que un sistema informático desarrollado por la UMU analiza el drenaje y establece los nutrientes necesarios para reequilibrar todos sus parámetros -potasio, fósforo, nitrógeno, azufre, magnesio y calcio- , además de corregir su conductividad y ph, este sistema no solo supone un importante ahorro en el consumo de agua (entre un 20% y un 50%, aunque es precisamente el desarrollo de las dos plantaciones experimentales lo que permitirá concretar estas cantidades) y, por tanto, los costes; sino que también conlleva un ahorro de entre el 20% y el 40% de fertilizantes a base de nitrógeno, fósforo y potasio y, sobre todo, la eliminación total de los vertidos al entorno natural, haciendo 100% sostenible la agricultura intensiva. Además, añade Martínez, «permitirá optimizar el manejo de la plantación y mejorar su productividad y la calidad del producto».
Tecnología viable
Pero, conscientes de que si el sistema que están desarrollando y perfeccionando dentro de DrainUse no resulta viable económicamente para los agricultores no servirá de nada, tanto el Cebas como Ritec, SA tienen entre sus objetivos que el producto resultante sea rentable.
De momento, «Ritec ha fabricado un prototipo para investigación, a escala 1:10, pero el diseño comercial será más barato y completamente escalable y adaptable a los distintos cultivos y las distintas zonas de cultivo de la zona euro-mediterránea», garantiza Vicente Martínez, que asegura que entre las conclusiones del proyecto estará el informe pormenorizado de los ahorros que se producen con el cultivo hidropónico de sistema cerrado y el precio final que tendrá el innovador sistema.
«Tenemos claro que los resultados deben servir para convencer a los agricultores de la idoneidad de implementar esta tecnología en sus cultivos. Si demostramos que es rentable y ahorra costes de producción, aumentará la demanda», explica Martínez, que añade que, precisamente, Fecoam ayudará a difundir las ventajas de la nueva tecnología entre los agricultores, al tiempo que es la encargada de facilitar datos relativos a los cultivos.
Además, los socios del Life DrainUse advierten de que, a medio plazo, las autoridades de la UE impondrán directivas que prohíban los drenajes agrícolas, como ya sucede en Holanda, donde la eutrofización de los canales llevó a las autoridades a prohibir cualquier tipo de vertidos e imponer el uso de circuitos cerrados de riego. «Conforme las tecnologías avanzan y se exigen sistemas más saludables, las autoridades toman medidas que obligan a los empresarios a invertir en medios no contaminantes en beneficio del bien común», opina el coordinador del proyecto. Y considera que «no habrá excusa porque el negocio seguirá siendo sostenible».
La idea de los socios del Life DrainUse es, si los resultados son tan interesantes como esperan, conseguir financiación europea para una fase posterior, en la que «el sistema hidropónico de circuito cerrado se pondría en práctica en explotaciones comerciales de distintos países y diferentes cultivos para obtener la validación final, con el objetivo de distribuir la nueva tecnología en toda la Unión Europea a escala comercial».
Otras ventajas
Además de los beneficios que este nuevo sistema de cultivo conlleva, el director del departamento de Nutrición Vegetal del Cebas-CSIC recuerda que la reducción del empleo de fertilizantes no solo supone un ahorro económico para el agricultor y una ventaja ambiental, al eliminarse completamente los lixiviados. «Si el número de usuarios de este sistema aumenta, serán muchas las toneladas de abonos que dejarán de consumirse con la disminución del coste energético que lleva aparejada su fabricación, así como la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en el proceso», recuerda.
Y cita también como otra ventaja el hecho de que este sistema permitirá cultivar sobre cualquier tipo de terreno, sin que sea necesario que sea suelo fértil.
Fuente: http://www.laverdad.es/