La lluvia sólida es un polímero biodegradable en polvo no tóxico que es capaz de absorber 200 veces su peso en agua. Al contacto con el agua, el polvo se convierte en gel y puede almacenar el líquido hasta por 40 días, publica la revista Expansión en su Edición Especial Innovación en México, de abril de 2014, con la que celebra su 45 aniversario.
Los agricultores lo usan para almacenar el agua de lluvia y usarla como método de riego. Esparcen el polvo por debajo de sus cultivos para que cuando llueva el químico se convierta en gel y pueda almacenar el líquido por hasta seis semanas. Se requieren 25 kilogramos del producto para una hectárea de cultivo.
“Los resultados son extraordinarios porque la raíz se mantiene húmeda por dos meses y se rehidrata en repetidas ocasiones con las precipitaciones”, dice Rico, quien fundó la empresa Silos de Agua.
La lluvia sólida aumenta cinco veces la productividad de los cultivos de maíz, dice Rico a la revista Expansión.
Además, el ingeniero químico explica que el sistema permite a los agricultores ahorrar hasta 80% en costos, ya que usan menos agua, fertilizantes, energía eléctrica y mano de obra.
Su producto ya lo usan en Argentina, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, India, Israel, Perú y Rusia. Y espera pronto venderlo en Haití.
También la comercializa en Jalisco, Michoacán, Veracruz y Zacatecas, pero Rico no quiso divulgar cifras sobre las ventas del producto.
“Esta tecnología es muy útil en la zona sur y sureste del país, pues ahí llueve mucho y se mantiene la humedad en los cultivos gracias a que absorbe directo de la raíz”, dice Carlos Ortiz, director de la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sustentable del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe. “En el norte es más complicado, porque es más seco”.